Inventé un cuento surrealista sobre una obra de Salvador Dalí: “los Elefantes Musicales”.
Después de un largo viaje, llegué a mi destino final. Había soñado con este lugar desde hacía mucho tiempo. Para muchos es solo un mito y hay que verlo para creerlo. Pero decidí recorrer comarcas para perseguir mi sueño, de este lugar casi imaginario y lleno de libertad y grandezas.
La verdad es que lo que vi fue aún mejor que en mis pensamientos.
Desde lo alto de mi pequeño tamaño, fuí tocado por la inmensidad de este paisaje. En mi ambiento, conozco solamente pequeñas criaturas. Soy una ciervarpa (cierva y arpa), y entonces soy uno de los animales más fuertes y mi especie domina mi territorio. Pero la gente de mi pueblo debe ver lo que se pasó en frente de mí. Detrás del bosque de música, pudo descubrir un maravilloso espectáculo. ¡Los elefantubas (elefantes + tuba) existen! Recuerdo todavía mi sorpresa en frente de estas enormes criaturas, que parecían felices. El paisaje era también más grande que el de mi región, más caluroso, con una vida más simple y apacible. El mismo cielo cantaba mejor que en casa.
Todos parecían vivir en armonía: los cisnes, las notas de música, los elefantubas, y la naturaleza melodiosa.
Pienso que los elefantubas deben retomar el mando, porque son puros. Los poderosos de mi territorio siempre nos han dicho que este lugar y estas personas no existían, pero siempre he sabido que no era una falseada leyenda. La verdadera historia es que los elefantubas fueron expulsados porque todos estaban celosos de su música y melodía perfectas. La gente debe darse cuenta que aportan solamente la alegría y que la naturaleza sigue cantando y bailando en este mundo ideal.
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